Llamame por mi nombre: manifiesto de obra y proceso artístico

Gustavo Ceriani Brizzi

Gustavo Ceriani Brizzi

Periodista - Gestor Cultural Integrante del colectivo Cultura Caníbal @guticeriani
Javier Bellomo inaugura su muestra de obras y fragmentos en Casa Cascón, el espacio ubicado en barrio Bajo Palermo de la ciudad de Córdoba

Un manifiesto es una declaración pública que expone los principios de una persona para comunicar convicciones, sirviendo como una llamada a la acción. Artistas o escritores los publican para expresar sus ideas y revolucionar las formas tradicionales del arte.

Estas definiciones casi académicas aunque subjetivadas para la ocasión, sirven de introducción al trabajo de Javier Bellomo. Puede decirse que su arte es su manifiesto, que se reescribe en cada muestra desafiando la noción de una «obra concluida» y estirando el concepto de fotografía más allá de sus límites etimológicos.

El viernes 31 de octubre de 2025 el artista inaugura «Llamame por mi nombre», donde expondrá fragmentos interrumpidos junto con piezas terminadas. Desde las 19.30 y hasta el 5 de diciembre, se instalará en Casa Cascón, la galería ubicada en la zona cercana al Parque de las Nacional, en la ciudad de Córdoba.

Llamalo proceso artístico

El concepto fundamental de Llamame por mi nombre es la legitimación del proceso artístico y lo inacabado, subvirtiendo la idea tradicional de que sólo los trabajos concluidos merecen ser exhibidas y abrazando todo aquello que permanece en estado de posibilidad.

«En mi taller conviven obras finalizadas y fragmentos que nunca alcanzaron un cierre, pruebas de color, de forma, cuerpos interrumpidos, materiales que quedaron vibrando en el umbral de algo que pudo ser», dice Bellomo.

Esos elementos no son fallas sino «gestos de libertad que se resistieron a la obediencia del destino», otorgándoles a todos el mismo derecho a la existencia. El destino es, en este caso, una forma de control que decide lo que debe mostrarse y lo que debe permanecer oculto.

Fenómenos no previstos

A través de Llamame por mi nombre, propone una redefinición de la obra de arte, anclada en su método experimental de creación que es la transferencia fotográfica, donde las imágenes en «estado virgen» son separadas de su soporte original y trasladadas a una nueva materia como tela, papel, madera e incluso piedra.

Este acto no es una reproducción sino una manifestación donde la imagen se convierte en «cuerpo, transparencia, fantasma», y el proceso permite la aparición de «fenómenos no previstos» que surgen de la voluntad del material. La exposición se centra en «estados del ser» y en lo que eligió permanecer en proceso, manteniendolo vivo al no estar terminado.

En efecto, Llamame por mi nombre contiene obras de casi todas sus series y proyectos anteriores, que son unos derivados de otros, aquellos apéndices de estos o los otros desprendimientos de los anteriores.

Llamame Javier Bellomo

Javier Bellomo Coria es un artista visual argentino originario de Córdoba. Su práctica artística se caracteriza por ser autodidacta y multidisciplinaria, con un enfoque central en la transferencia fotográfica.

En 1995 se recibió de arquitecto pero mucho antes ya experimentaba en técnicas de laboratorio tras adquirir su primera cámara. Participó en el taller de fotografía expresiva Azul de Tocar (1999-2002) y realizó una clínica con Fabhio di Camozzi (2016-2017) para profundizar en el arte contemporáneo. Actualmente, vive y trabaja en Unquillo, en su provincia natal.

Su arte se centra en la intervención, la apropiación y el montaje como estrategias para reescribir relatos. El principal motor creativo es la necesidad de contar historias, como una forma de escritura visual, corporal y simbólica que entrelaza lo personal con lo colectivo.

Laboratorio

En su taller experimenta con materiales, ideas e intuiciones, permitiendo que las piezas surjan como posibilidades latentes, incluso si tardan años en encontrar su lugar. Partiendo de lo fotográfico, su trabajo se expande para incluir videos, costura, tejido, sonido y el lenguaje escrito y oral.

Según dice, le interesa trabajar desde la ambigüedad, en los límites donde la imagen puede ser una cosa u otra, «buscando que el espectador quede convocado a elegir su posición».

Javier Bellomo participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Argentina, Francia, Corea del Sur, Basilea y Miami, y en ferias como BA Photo, Art Lima y Swab.

Puzzles

El punto de partida de su etapa de investigación fue el gesto de imprimir sobre hojas de libros antiguos en la serie Puzzles. interviniéndolas y desarmándolas para jugar. El artista descubrió ese enfoque por primera vez cuando usó un libro antiguo de páginas amarronadas por el tiempo, como soporte para retratos.

Esto marcó dos hitos cruciales en su práctica transformando su relación con los materiales: el descubrimiento del potencial plástico de estos y la relación entre imagen y soporte que le permitió dejar de ver las fotos como una disciplina única y comenzó a entrelazarla. Imagen y soporte pasaron a formar un conjunto casi inseparable.

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Otro motivo que justificó la continuación de esta línea de investigación fue la posibilidad de controlar la impresión desde su propia impresora. Al dividir la imagen en partes, pudo ampliar y expandir la escala de la obra para alcanzar el tamaño buscado sin depender de un centro de copiado externo.

Llamame por mi nombre, en Casa Cascón

Desde el último día de octubre podrán apreciarse los resultados siempre parciales de esta experimentación en Casa Cascón, donde el arte converge. La galería-taller ubicada en calle Javier López 1565 de Barrio Bajo Palermo, que llevan adelante Gonzalo Cascón y Guillermo Masullo, convocó a Bellomo a habitarla.

Llamame por mi nombre es parte del Ciclo 4/45, donde cuatro artistas por año exponen durante cuarenta y cinco días. Al ser casa de artistas, en ese tiempo los expositores residen y dictan talleres, clínicas y seminarios.

Con horarios y visitas programadas, la muestra podrá ser vista hasta el 5 de diciembre, fecha en que Casa Cascón concentrará su atención en el desarrollo de la Feria de Arte que realiza todos los fines de año, pero esa es otra historia,

Por lo pronto, este viernes a las 19.30, con entrada gratuita, abrirá sus puertas para compartir una copa de vino con el artista, arquitecto y fotógrafo; o Javier Bellomo, para llamarlo por su nombre.

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