Nicolás Brondo nació en Córdoba en febrero del 82. Desde hace unos años es un nombre de referencia en la escena del cómic cordobés debido a que ha sido uno de los propulsores de ese sello germinal llamado Llanto de Mudo. Aliado, amigo, socio y complice de Diego Cortés, Brondo recupera el rumbo después del cimbronazo. El 2016 lo tiene activo, trabajando y con proyectos en el horizonte.
Cultura Canibal: Primero me gustaría que me cuentes: ¿en que estas trabajando actualmente y como ha sido tu 2016?
Nicolás Brondo: El 2016 vino raro, hasta no cumplir el aniversario de la muerte de Diego Cortés fue hasta bajón, pero de a poco la herida se va cerrando. Actualmente estoy trabajando en un cómic por entregas mensuales de descarga gratuita para la editorial Atmósfera de Damián Connelly. El cómic se llama Plastique y es de corte ciberpunk. También, junto a Connelly estoy desarrollando Psicocandy para sacarlo el año que viene por Atmósfera y Rabdomantes y el cómic forma parte de un universo en donde los personajes y lugares conviven con los de otros Comics dibujados por otros dibujantes pero siempre guionizado y coordinado por Connelly.
C.C.: ¿Cómo anduvo Chica Alíen, el libro que presentaste en sociedad a fines del año pasado? Tengo entendido que se editó también en Italia…
N.B.: ChicaAlien marcha bien, se está vendiendo y hoy se puede conseguir en muchas comiquerías de Córdoba y Buenos Aires. Si, se editó en Italia bajo el sello Bookmaker en febrero de este año. Todavía estoy esperando que Massimo Rossi, el editor, me envíe las copias.
C.C.: Te he escuchado decir que tus personajes son como hijos, ¿cómo te llevas con el momento de desprendimiento de una historia o personaje? ¿Qué pasa cuando pasan a ser del lector?
N.B.: Hace poco una colega porteña me dio una devolución de La pathetic life de Mel O’Griffin, mi último libro editado por la editorial Buen Gusto, muy personal y profunda de cómo se había identificado ella con la historia que me llenó al punto de pensar en lo importante que es un libro, película, cómic, novela desde el guión y el concepto inicial. Como dibujante que soy digo que el guión siempre (pero siempre) lo más importante de todo el proceso.
A los hijos hay que dedicarles mucho tiempo y esfuerzo (y amor, obvio) y enseñarles a cómo desarrollarse en el mundo. Lo que hagan después allá afuera depende de ellos pero siempre con la base que uno le dio. Tengo un hijo de verdad de 4 años, ultra nerd y bello, y el concepto se me hace carne con él.
C.C.: Desde tu perspectiva: ¿Cómo ves la escena de la historieta y el cómic en Córdoba?
N.B.: El cómic se hace para cualquier lado y desde cualquier lado. Lo importante es que se haga. Nunca me gustó mucho eso de «el cómic en Córdoba» o «el dibujante cordobés». Yo soy dibujante y hago Comics en Córdoba y los haría desde Turquía si estuviera ahí. Ahora, la escena del cómic nacional es otra cosa. Y es genial lo que está pasando en el ambiente.
C.C.: ¿Hay alguna característica particular en la narrativa comiquera de Córdoba?
N.B.: Vuelvo a lo mismo, nunca me gustaron mucho los localismos. En Mano de Ángel (escrito por Diego Cortés, dibujado por mí y editado por Llanto de mudo en 2009) la historia sucede en Córdoba pero nunca se aclara que es un barrio de esta ciudad ni figuran lugares típicos, sólo por la forma de hablar de los personajes te das cuenta de que es Córdoba, pero tranquilamente podría suceder en Rosario.
C.C.: Han aparecido en el último tiempo varios colectivos editoriales, ¿qué lectura haces de estas apariciones?
N.B.: Me parece que el cooperativismo hoy por hoy es muy útil y necesario para encarar un proyecto pero el individualismo tiene que ser parte en algunos aspectos. Siempre hay una rueda que gira más rápido.
C.C.: Se puede prescindir del centralismo porteño para el desarrollo de la actividad? ¿Se puede trascender desde aquí?
N.B.: Totalmente. Hoy tenés 8 o 9 editoriales de historieta sólo en Córdoba. Hay en Mendoza, Rosario, Mar del Plata, con las redes se llega virtualmente y con las distribuidoras a los puntos de ventas. Dios no atiende más en Buenos Aires, está en la nube.
C.C.: ¿El crowdfunding o la pre-venta pueden ser la vía de financiarse en estos tiempos de economía tan endeble?
N.B.: La pre-venta es la que va. Es el sistema más seguro de hacer la tirada de libros. La gente confía, hay premios, funciona como objeto y como producto y te permite tener la tirada para distribuir. Con las redes sociales llegas virtualmente y con distribuidoras a puntos de venta sin arriesgar el bolsillo. La pre-venta es la panacea para estos tiempos.
C.C.: ¿Qué cosas has aprendido con o de Diego Cortés y te vez realizando a menudo?
N.B.: Te lo digo de esta forma: le debo a Diego (y creo que nunca voy a poder pagárselo ya) todo lo que soy a nivel personal y profesional.