Steve Jobs y la semilla que cambió al mundo

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Dos teorías contrapuestas sobre la visión del genio informático en torno a sus creaciones y el impacto en nuestra vida cotidiana.

Fundador de Apple, NeXT, mayor socio individual de Disney de la mano de Pixar, creador del iPod, el iPhone (y la lista sigue), Steve Jobs era ambicioso, cualidad inseparable para todo buen emprendedor.

Como antesala al aniversario de su nacimiento, el 24 de febrero, The New York Times publicó una nota de Cal Newport, científico informático y escritor que analiza el impacto de los celulares en la vida de las personas. Bajo el título “Steve Jobs nunca quiso que fueras adicto a tu iPhone” expone que Jobs no aprobaría la omnipresencia del celular en la cotidianidad ya que apenas buscaba que fuera un complemento de buenos momentos como “escuchar música, hacer llamadas” o alguna que otra aplicación específica. Para plantear su postura toma como base la presentación del iPhone en 2007, en la Moscone Convention Center en San Francisco, donde Jobs exponía las cualidades del aparato que revolucionaría el escenario tecnológico mundial.

Desde ese lugar, el escritor propone regresar a esa aparente “visión minimalista” de Jobs y reconvertir al teléfono en un mero artefacto, tal como una bicicleta nueva o un electrodoméstico. Es decir, utilizarlo estrictamente cuando se lo necesita sin depender en demasía de él. Si bien no podremos saber si su creador estaría de acuerdo con el uso dado a los móviles, podemos contraponer las palabras de Newport con las de un joven Steve Jobs en un momento determinante de su vida: Con 31 años y tras abandonar Apple, el joven emprendedor decidió empezar de cero y gestar una nueva compañía: NeXT Computer Inc.

Un documental de la época muestra algunas de las reuniones del grupo de trabajadores durante una serie de retiros de trabajo, donde Jobs despliega todas sus herramientas de motivador nato como también su exigente carácter. La intención inicial de NeXT era generar una computadora a precio accesible que simulara procesos de aprendizaje en las universidades y campus, imposibles de desarrollar de manera real durante los estudios. No es un documental más de los miles que existen sobre Jobs sino que, tras verlo, Ross Perot decidió invertir 20 millones de dólares en la incipiente compañía, dando un impulso inicial determinante para las intenciones del grupo de jóvenes, muchos de los cuales abandonaron Apple para seguir los pasos del inquieto jefe en su nueva aventura.

Sobre la “visión minimalista” de Newport, es interesante confrontarla con las propias palabras de Jobs en relación a cómo concibe su trabajo, la tecnología y el enfoque social que en ese entonces le daba.

Fragmento del documental «Steve Jobs brainstorms with the NeXT team 1985 | Jobs official» (Subtitulado)

Dice Jobs: ““La primera vez que visité una escuela creo que se trataba de un tercer o cuarto grado y tenían todo un salón lleno de Apple II. Pasé un tiempo con ellos y los vi creciendo de manera completamente diferente a como yo lo había hecho, gracias a esa máquina. Lo que me impresionó fue que ahí estaba ese aparato que algunos pocos diseñaron (cuatro en el caso de Apple II), que se la dieron a gente que no sabía cómo diseñarla pero sí cómo hacerla, cómo manufacturarla y que las produjeron en serie. Luego se la dieron a otras personas que no sabían cómo diseñarla o manufacturarla pero sí cómo distribuirla, para luego dársela a otros que no sabían cómo diseñarla, manufacturarla o distribuirla pero sí sabían cómo escribir un software para ella. Esta especie de pirámide inversa creció gradualmente y cuando finalmente llegó a las manos de mucha gente floreció a partir de esa pequeña semilla. Parecía un efecto increíble que empezó con solo una idea. Ahí estaba esa idea, pasando por todas esas fases y terminando en una clase llena de niños, creciendo con un conocimiento y experiencia fundamentalmente diferente que creo que será muy benéfica para sus vidas. Todo gracias a esta idea que germinó hace algunos años. Es un sentimiento increíble: saber que puedes hacer algo, de un punto A al B, saber que puede ser llevado a cabo, saber que puedes plantar algo en el mundo, que crecerá y lo cambiará algún día”.

Como puede verse, la base de toda creación tecnológica para Jobs era la transformación, generar un impacto tal que la vida ya no pueda volver a ser la misma.

La primera computadora NeXT apareció el 12 de octubre de 1988, un año después del documental que generó la inversión de Ross Perot a cambio del 16% de la empresa. En 1989, Canon invirtió otro gran monto elevando el valor de la compañía a 100 millones de dólares. La nueva semilla germinaba como su antecesora Apple, pasando por distintas fases hasta llegar a la que cambiaría para siempre la historia de la humanidad: en 1991 Tim Berners-Lee utilizó una NeXT para escribir el primer servidor y navegador web, dando inicio a la World Wide Web.

Finalmente Apple compraría NeXT en 429 millones de dólares, lo que significaría el regreso de Steve Jobs como CEO de la manzana, donde desplegaría toda su capacidad para continuar revolucionando el uso de la tecnología, llevandola a ser la empresa más valiosa del mundo en 2011. También llegaría Pixar y su incorporación a Disney como el mayor accionista individual, dando lugar a las primeras películas animadas por computadora.

Desconocemos si Steve Jobs renegaría del impacto del iPhone en la vida de las personas pero no hay dudas que entendería que se trató de una de sus semillas, germinada gracias a aportes de diversas personas para lograr el objetivo final detrás de su trabajo: cambiar el mundo.

El Documental «Steve Jobs brainstorms with the NeXT team 1985 | Jobs official» (completo – sin subtítulos)

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