2×1 NUNCA MÁS

Un año después del fallo que otorgó el beneficio del 2×1 al genocida Luis Muiña y que cientos de miles de argentinos se movilizaran en su rechazo detrás de las banderas de los organismos de derechos humanos, la Corte Suprema de la Nación parece haber tomado nota del sentir del pueblo argentino. Ahora, falló de manera exactamente opuesta al negarle el beneficio a Rufino Batalla, un condenado por crímenes de lesa humanidad que había interpuesto el mismo recurso hasta llegar a la instancia máxima. 

En palabras de Taty Almeida, el fallo conocido el martes es el «resultado del pueblo unido, que jamás será vencido. Es lo que hay que seguir haciendo, tomando la calle, poniendo el cuerpo”. En términos estrictamente políticos y técnicos, vale indicar que el único que mantuvo su postura con respecto a extender el beneficio a los genocidas fue el Presidente del Tribunal, Carlos Rosenkratz – uno de los jueces ubicados por decreto por decisión del Presidente Macri y luego confirmados por el senado nacional -. Así, Carlos Rosatti y Elena Highton de Nolasco se sumaron a las posturas ya conocidas de Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti que evitan acotar las penas de acuerdo a los años que los genocidas habían pasado en prisión sin sentencia firme.

A través de esta sentencia, la Corte le negó el recurso Batalla, uno de los implicados en la desaparición de Laura Carlotto, quien había logrado tener el beneficio de la excarcelación por haber cumplido dos tercios de su condena y cierra las posibilidades de que este tipo de intentos se repita en un futuro de la República Argentina. 

Vale recordar que el fallo del 2017 hacía prever una catarata de pedidos por parte de los genocidas en prisión, cosa que finalmente no sucedió porque la presión que ejercieron las inmediatas manifestaciones callejeras que expresaron su descontento dieron sus frutos con una ley en el Congreso que lo impidió, pero además porque la mayoría de los jueces de instancias intermedias no dieron curso a los pedidos que efectivamente se presentaron. 

Aquellas movilizaciones son la explicación de este fallo. El NUNCA MÁS que volvió a tronar en las calles argentinas en aquellos primeros meses del 2017 dejó sentado una postura definitiva sobre la memoria, la verdad y la justicia que el máximo tribunal de la nación privilegio, incluso por sobre su propia jurispudencia. En tiempos como los que corren – en los que los policías vuelven a tener el visto bueno para disparar a discreción – el fallo, la noticia, el gesto, la reivindicación de la victoria histórica no resulta un dato menor.