En 1921 se estrenaba en Teatro Nacional de Praga, en la por entonces Checoslovaquia, la obra teatral R.U.R. (Rossumovi univerzální roboti), ideada con 3 actos y un epílogo con una duración de 90 minutos aproximadamente. La obra creada por el escritor y dramaturgo Karel Čapek, tendría tanto éxito que sería estrenada al año siguiente en Nueva York.
Esta creación teatral, tiene el laurel de ser la primera obra en contener el término Robot, para denominar a sus protagonistas, una especie de humanos artificiales orgánicos creados con el fin de aligerar la carga de trabajo del resto de personas.
Según explicó posteriormente el propio Čapek, el término fue acuñado por Josef, su hermano y es un derivado de la palabra checa robota, que significa trabajo. Este término vendría a sustituir al automat, que había empleado Josef en el relato corto de 1917 Opilec (El borracho).
Los robots de R.U.R. son humanos simplificados, fabricados en masa, supuestamente libres de sentimientos y creatividad, creados única y exclusivamente para servir a la humanidad. La idea más cercana a los androides o clones (mucho antes de conocer la existencia del ADN), son los replicantes de Blade Runner o los protagonistas de Yo, Robot de Isaac Asimov. En el transcurso de la obra y más allá de ser concebidos para ayudar a la sociedad, estos robots entrarán en confrontación con los humanos, iniciando una revolución que acabará destruyendo la humanidad.
Un 11 de febrero de 1938, la obra se masificó y popularizó, al ser traducida al formato audiovisual. R.U.R. marcó el hito de ser el primer programa de televisión de ciencia ficción emitido por la BBC de Londres, en un formato reducido de 35 minutos.
Si bien los especialistas en la materia –incluso el mismo Asimov-, revelan la baja calidad de la obra, la misma sirve como piedra angular de los relatos de ciencia ficción e incluso de los adelantos científicos por venir. Lo que parecía una historia alocada en 1920, hoy es una realidad con robots insertados en cada momento de nuestra cotidianidad.
El robot en el trabajo
Los robots de Čapek nacen desde y para la idea de trabajo, con el fin de aligerar cargas y ayudar a los empleados de una industria. En la actualidad y con la aparición real de robots orientados a tareas laborales, el capitalismo busca introducirlos para reducir costos y reemplazar no sólo a trabajadores, sino también a gerentes. Las multinacionales presionan para discutir las leyes laborales en todo el mundo, con la intención de sustituir a los falibles e imperfectos humanos.
Si la ficción siempre se adelantó a los hechos reales, si hay 100 años de producciones culturales al respecto hablándonos de los robots (desde R.U.R. hasta Ok Computer, el disco infinito de Radiohead, pasando por Terminator), no cabe otra que augurar que la revolución que se viene la darán las máquinas y que ni trabajadores, ni Ceos, ni dueños podrán salvarse.