Gatoletra, un taller de escritura

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El taller de escritura para jugar, aprender y divertirse, vuelve en este 2023.

Pilar Ferreyra es periodista, escritora, docente y este año vuelve a pedido de público con Gatoletra, un taller de escritura para niñes.

La idea es que niñas, niños y niñes aprendan jugando a escribir sus cuentos. Los sábados de 10 a 12 y podes participar de cualquier parte del mundo de habla hispana vía meet.

Entre los objetivos del taller de escritura, contamos con que niños y niñas de entre 8 y 11 años amplíen su imaginación y también la comprensión de textos.

Para mas información podés acceder desde acá

Te dejamos acá un cuento de Pilar Ferreyra para el taller, porque todos escribimos, todos nos leemos, todos nos divertimos en el Taller de escritura Gatoletra

El poder de las palabras

Mariano es un hongo silvestre 🍄 de esos rojizos con motas blancas. A su alrededor, a menudo, andan las vaquitas de San Andrés, Las Mariquitas, 🐞 zumbando por los jardines en busca de pulgas, pulgones y una vida en libertad.
A Mariano lo que más le gusta de Las Mariquitas son sus alas. Él daría todo por unas alas.
Una noche 🌙 muy despejada, por un camino que flanqueaba los pinares 🌲 apareció sin aviso la bruja Todoloequivoca.
Al verla, Mariano empezó a pedirle con ansiedad:
-Todoloequivoca, Todoloequivoca, ¡quiero alas!, ¡quiero alas!
-Ahhhh m’jito… ¿con que quiere alas?… mmmm déjeme ver -dijo con sorna. Y tomando la varita de bruja, repitió dos veces: «Calzón, calzón tazón, dale alas peludas a este corazón ♥️».

Y unas alas peludas apararecieron en las espaldas de Mariano, quién no pudo elevarse ni un centímero a causa del peso de las alas, y se puso a llorar.

-Espera, espera -dijo Todoloequivoca, e intentó un embrujo nuevamente:
«Calzón, calzón tazón, dale unas alas de agua a este corazón ♥️».

Y apenas las alas tocaron a Mariano se derramaron dejando un charquito que creció aún más con las lágrimas de Mariano, que ya, para ese entonces, estaba desconsolado.

-Espera, espera, no llores. Ahora sí: «Calzón, calzón tazón, dale unas alas de miel a este corazón ♥️».

Y las alas se adhirieron melosas al cuerpo de Mariano.
Mariano volvió a romper en llanto. De tanto llorar 😭, la mente se le despejó. Pensó: «Yo quiero unas alas a mi medida. Yo quiero unas alas de hongo. Eso quiero».
Y su frase fue tan certera, tan precisa y en ellas había tanta verdad, que antes de que la bruja arruinara todo con su falta de empatía, el universo 💫 concedió a Mariano su deseo.

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