«Steve significa tanto para mi y tanto para todos nosotros. No hay un solo día que no pensamos en él», dijo Tim Cook, el CEO de Apple, al comenzar el Apple Event. Hace 6 años que Steve Jobs falleció pero su figura aún sigue presentándose ante nosotros con absoluta vigencia. Es que cada vez que Apple presenta una nueva tirada de productos uno se da cuenta de que cada uno de sus sueños y proyecciones se van haciendo realidad con el paso del tiempo. Desde la salida del primer iPhone en 2008, la marca se ha afianzado de una forma impresionante. El modelo de teléfono pasó de ser un salvavidas para la empresa de la manzanita par transformarse en su gran nave insignia. El martes, la empresa presentó finalmente el iPhone X, una versión especial que conmemora el décimo aniversario del iPhone y sienta las bases para la próxima década del teléfono de Apple.
Este nuevo modelo estrena un nuevo diseño en el que la pantalla ocupa todo el frontal del teléfono. Se trata de un panel OLED Super Retina Display de 5,8 pulgadas que mejora todos en todos los aspectos a sus predecesores: contraste, brillo, representación de color, etc. También es más delgada, gracias al uso de tecnología OLED. La nueva pantalla incorpora la tecnología True Tone que modifica el balance de blancos de la pantalla para adaptarse a la luz ambiental y ofrecer una experiencia mucho más real y acorde al entorno en el que se encuentra.
En el nuevo diseño, Apple suelta el botón home, uno de los elementos más icónicos del iPhone. Para volver a la pantalla principal, el usuario solo tendrá que deslizar desde la parte baja de la pantalla hacia arriba; para acceder a la multitarea, el gesto será exactamente igual pero aguantando la pulsación en la mitad de la pantalla; para acceder a Siri, bastará con pulsar el botón lateral; y, por último, para acceder a las notificaciones y al centro de control, el usuario tendrá que deslizar verticalmente desde arriba hacia abajo.
La marcha del botón home también implica decir adiós al lector TouchID, que ahora es reemplazado por el sistema de desbloqueo facial Face ID. Este sistema hace uso del conjunto de cámaras y sensores frontales a los que Apple ha denominado «True Depth». Gracias a este sistema, el iPhone será capaz de detectar rostros incluso en condiciones de baja luminosidad. La probabilidad de que una persona pueda engañar al sistema es de 1 entre 1.000.000; en cambio, con Touch ID, la probabilidad era de 1 entre 50.000.
La cámara principal ha recibido múltiples actualizaciones. Ahora ambas lentes montan estabilización óptica de imagen y unas lentes con apertura f/1.8 y f/2.4, respectivamente. A su lado se encuentra un flash LED cuádruple con la tecnología True Tone. Y bajo todo este sistema, sensores de doce megapixeles.
En la zona frontal la cámara también han recibido ligeras actualizaciones, y ahora es capaz de realizar fotografías en modo retrato. Este modo, con los nuevos iPhone 8 Plus y iPhone X, amplía sus horizontes con nuevas variantes que alteran la iluminación del sujeto para conseguir una fotografía digna de un estudio.
Los otros productos
Además del iPhone X, ayer Apple anunció la salida de el iPhone 8 e iPhone 8 Plus, una mejora continuista del modelo 7 lanzado el año pasado. El modelo contará con altavoces en estéreo que son un 25% más potentes que los del iPhone 7. Los nuevos iPhones montan un nuevo chip que Apple ha llamado A11 Bionic, de seis núcleos, 64 bits y 25% más rápido que el A10 de los modelos actores. El iPhone 8 tiene cámara de 12 megapíxeles con un nuevo sensor, filtro de color y mejor estabilización óptica, un salto cualitativo respecto a la notable cámara del iPhone 7 y es capaz de grabar a 1080p y 240 fps. Además, los nuevos iPhone 8 y 8 Plus son compatibles con carga inalámbrica, una de las características más demandadas a Apple.
Por otro lado se presentaron nuevos modelos de Apple TV quecuenta con 4K y HDR, y un nuevo Apple Watch, en este caso el Series 3 con conectividad LTE e independencia casi absoluta del iPhone.
Fuente: Hipertextual