Iván Lomsacov conoce en profundidad la escena de la historieta en Córdoba. Nacido en Trelew en el ´71 y, como muchos, llegado a nuestra provincia como migrante estudiantil, hoy reparte sus días entre el periodismo, la docencia y la investigación en la Facultad de Comunicación Social de la UNC y el amor por los comics.
Este último punto lo constituyó en un referente a la hora de analizar lo que sucede en el mundo del comic, habiendo entrado allí por el estímulo familiar a la lectura, en una argentina de dictadura.
Empieza por casa
Iván Lomsacov recuerda sus primeras lecturas. «Mi interés viene por lo que me dieron en casa, antes inclusive de la prosa y la literatura y, si bien tuve largos periodos de lectura de novelas o antologías de cuentos y poesía, la primera ansiedad que tengo como lectura fuera de lo periodístico es la historieta. Leía literatura a la par de las historietas.
Quizás ahora, por cuestiones de agilidad y tiempo, leer historietas es más accesible que sumergirse profundamente en una novela, sobre todo después de haber leído por trabajo un montón de cosas periodísticas o académicas»
Fontanarrosa, Nippur y Humor, las puertas de entrada
Según explica él mismo, su ingreso al mundo de la historieta no fue el convencional. «Tuve la suerte, antes de tiempo, de haber entrado a ese mundo por las historietas para gente grande cuando el común de los chicos entra por historietas para niños o de toda la familia, material ´infantiloide´. Ese acercamiento me estimuló, quizás procesándolo a medias, a conocer un mundo más amplio que el de Hijitus, Meteoro, Disney o Hanna-Barbera.
Me llegó Inodoro Pereyra y me despertó cierta curiosidad, a pesar de no entender mucho, o Nippur de Lagash y otras cosas de la editorial Columba. Siempre circuló la Revista Humor en mi casa, con humor gráfico de chiste de viñetas, o algunas historietas para público más adulto, pero que mi familia nunca me censuró.
Por ahí ingresaba a un mondo de los adultos que por la televisión no podía ver, porque no me dejaban. A partir de ahí el interés nunca paró. Mi adolescencia coincidió con el regreso a la democracia y a la aparición de la revista Fierro, por ejemplo».
La historieta en Córdoba actualmente
La historieta y Córdoba tienen muchos caminos en común. Podría mencionarse a Hortensia, Crist, Luis Domínguez o Eduardo Risso. Hoy hay un momento nuevo, con dibujantes en el exterior, editoriales y el legado de Llanto de mudo.
Lomsacov reconoce que no hay una narrativa estrictamente cordobesa. «Salvo trabajos puntuales como la revista «Culiau!« o lo que Pablo Guaymasi hace en «Barrio María», dónde el lenguaje se tiñe de cordobés, la gran mayoría de la obra tiene un tinte universal que la hace exportable. Sí hay una particularidad en la actualidad, que es que lo colectivo prima por sobre lo individual y eso permite el desarrollo de una escena que comienza a florecer, luego de la perdida significativa que sufrió con la ida de Diego Cortés y el cierre de la editorial Llanto de Mudo.
Por un lado malo estamos saliendo del duelo de su muerte – añade Iván Lomsacov recordando al editor – y el final de la editorial pocos meses después, cuando los colaboradores decidieron no seguir adelante. Eso es un momento oscuro que aún tiene su estela de fin de ciclo».
Nueva etapa para la historieta cordobesa
«A su vez – considera el periodista – estamos en una nueva etapa, comienzo de un nuevo ciclo, con un impulso muy grande de los sellos nuevos. Son cinco sellos cordobeses agrupados en el colectivo Prendefuego.
Todas estas personas fueron motivadas por la figura de Diego Cortés o por lo que el hacía, por el sello Llanto de Mudo. En algún punto siguen ese modelo y lo profundizan. Están editando su propia obra, como hizo Diego con los primeros dibujantes con quienes trabajó y hasta el final de sus días, empezar por darle prioridad a la obra propia, pero luego darle lugar a otros autores.
Están por llegar nuevas historias desde Río Cuarto, por ejemplo, o Buenos Aires, con referentes como Fernando Calvi y Pedro Mancini, que podrían editar con editoriales porteñas pero han elegido hacerlo con los sellos que forman parte de Prendefuego, con Buen Gusto por ejemplo, o con el colectivo completo.
En septiembre salió un nuevo libro de Mancini con los cinco sellos, es decir el primer libro editado por el colectivo. Es un buen momento, han sacado muchos libros en su primer año de vida. Este tipo de trabajo muestra que se puede, que la historieta está viva en Córdoba. El resto del país referencia a Córdoba como un polo de producción, como también lo es Rosario», sentencia Lomsacov.
Los consolidados
Con una mirada abierta al mundo, Lomsacov reconoce que «es un lindo momento» para la escena cordobesa, incluyendo a los dibujantes que trabajan para editoriales fuera del país, quienes «se han consolidado»
Menciona inicialmente a Fernando León González » quien empezó a publicar en la famosa revista norteamericana Heavy Metal«, o a Juan Ferreyra por «haber alcanzado a dibujar a Superman. Si bien tuvo una escalada de éxitos donde fue cambiando de editoriales, llegó a cumplir su sueño de dibujar a un personaje emblemático».
«Juan también ha dibujado a Flecha Verde o Escuadrón Suicida, cosas que son muy fuertes en el mercado, productos industriales de mucha llegada», cuenta a la vez que considera que «está en la primera línea del comic norteamericano, dibujando desde su casa, en los alrededores de la ciudad de Córdoba».
En este grupo, también destaca a «un autor que logró en sólo cinco años algo similar. Nico León hoy está dibujando un arco argumental de Spider-Man, el Hombre Araña«.
Un núcleo potente de producción de comics
«Hay otros casos de dibujantes que están por el mundo, que quizás no trabajan con personajes tan icónicos o notorios», reseña el periodista. «Esto demuestra que, evidentemente, en Córdoba hay un núcleo potente de producción de comic reconocido en el país y el mundo».
Por otro lado «hay varias movidas, juntadas, convenciones, que si bien no llegan a un público masivo, son importantes». A modo de ejemplo, «se mantiene un espacio en la Feria del Libro, desde hace dos años, que antes se llamaba Comicazo y este año se llamó Subte.
Este espacio hizo hincapié fuertemente en lo local. Fueron tres fechas en la feria del libro que pusieron a la historieta en consideración del público, En octubre se viene Doctacomics, en su segunda edición, un festival que nació de la cabeza de Diego Cortés y Nicolás Brondo.
Este festival podría haber desaparecido luego de la muerte de Diego, sin embargo dos meses después de su fallecimiento se concretó y va por su segunda edición», concluye Iván Lomsacov.
Foto de portada: «Diseño de estudiantes del Taller de Lenguaje y Producción Radiofónica de la Facultad de Comunicación UNC, que dicta Iván».