El músico radicado en Córdoba presentó recientemente el clip animado de El merodeador, una canción intuida en 2017, compuesta y presentada dos años después y dibujada en este tiempo pandémico, inspirada en los textos de Witold Gombrowicz
«La música de Javier Pittorino se caracteriza por el uso de melodías simples, inflexiones en la voz cantada y recitada, con acompañamiento de otros instrumentos. Sus letras son generalmente surrealistas y albergan en su rescoldo lírico algunos neologismos, poesías y referencias hacia la literatura».
La descripción anterior es un extracto de la bio de Pittorino en su página web. Cuando habla con Cultura Caníbal lo refrenda. «Creo que mis canciones ya estaban cerca de ese estilo y encontrar obras resonantes hicieron que me atreviera, de alguna manera, a dejar de intentar ocultarlo», explica ante la consulta sobre la fuerza de un texto que lo impulsa a componer.
Es que El merodeador, el trabajo recientemente subido a las redes sociales del artista nació en 2017 inspirado en la novela Ferdydurke de Witold Gombrowicz, para convertirse más tarde en canción. Este detalle llevó la charla hacia la vinculación de Pittorino con el pintoresco escritor polaco que vivió en Argentina casi un cuarto de siglo, en tiempos de guerras mundiales.
Gombrowicz, el mendigo y el vencedor
Para explicar cómo llega a la canción, el músico narra con detalle la novela que lo inspiró. «En 1937 Witold Gombrowicz escribe Ferdydurke, donde un personaje de 30 años intenta argumentar su no-pertenencia a la niñez con un lenguaje del cual no puede valerse porque no existe y tiene que crearlo. Sabe que no es un niño y que en cierta forma no hay un ser adulto«
«Cooptado por este problema – continúa Javier Pittorino – decide usar la falta de disciplina como práctica extranjerizante, la que le muestra una salida. Molestar, romper y satirizar lo libera del rapto por momentos, donde sus captores son las inconsistencias del mundo adulto. El desenlace de la novela muestra que no hay una solución, que la novela en verdad no concluye,. Y nos quedamos con la falta de un balance. Maravilloso».
Según el músico, un fragmento de ese texto desencadenó El merodeador como concepto. «Dice Witold en Ferdydurke: -No cambies al mendigo por el vencedor, es el mendigo quien te trajo a la victoria«. El personaje en cuestión, el propio Witold (casi todos los textos de Gombrowicz son protagonizados por él mismo) intenta utilizar al mendigo para escapar de una situación complicada, aunque cada intento de escape lo interna en otra situación similar.
«Pareciera que Witold se construye en cada zafar, sin lograr un status de salido sino en el de saliente«, reflexiona Pittorino, quien apareja ese bucle de escapes con el arte. «Pienso en el estilo de un artista como aquello de lo que no se puede zafar, pero si resaltarse con astucia y elegancia. A menudo me reencuentro con lecturas en la vida cotidiana que tanto Gombrowicz como Borges, Joyce y tantos otros supieron sublimar entre líneas, fragmentos, notas y sonidos».
Problemas necesarios
En los autores de El merodeador y Ferdydurke hay un vínculo con el psicoanálisis. «El interés en la lectura y el psicoanálisis me llevó a encontrarme con un escritor que desde lo absurdo aborda el lenguaje», dice el primero, agregando que encontró interesante «la forma de su relato y un tono burlesco del cual no podía confiar ni zafar».
Hace unos años que me atraviesan otros textos y otras músicas. Compuse canciones nuevas y estoy comenzando a producir mi tercer álbum. No sé qué será de esto, pero creo que en el 2022 habrá alguna novedad al respecto.
Javier Pittorino
«Algo me pasa entre esas cuestiones que no puedo definir pero puedo enunciar con apenas un poco más de claridad cuando estoy rondando cerca de ellas. En el proceso de composición, Charly García menciona que canta en inglés. Quizás porque le resulta un idioma más resonante pero también creo que lo hace para apelar a la musicalidad y no quedar embrollado con la palabra impuesta. Es una operación de escape. Luego elige con mejor precisión las palabras que quiere».
Pittorino cierra su concepto, que se destaca en su obra recientemente estrenada: «siento a la música como una resonancia que se incorpora con el silencio, la respiración y la acentuación; y que es posible escucharla como un factor decisivo en el estilo propio. Para mí es un fenómeno de liberación y expansión, en algunos casos parece ser un vehículo para mi neurosis. No lo sé realmente. Creo que la música trajo a mi vida los problemas necesarios para marcar la distancia con lo otro»
El proceso frame por frame
El estilo que referencia Pittorino en muchas de sus sentencias incorpora también otras disciplinas artísticas. Cada uno de sus trabajos musicales son ilustrados por artistas cordobeses, intentando redondear la obra que, como las desavenencias de Witold, no deja de transformarse. Nicolás Monsú fue el encargado de muchas de esas ilustraciones, y para esta oportunidad se asoció con Lautaro Alincastro para conceptualizar el videoclip.
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«En un principio pensamos en dibujar una persona que merodea pero nos pareció muy literal», explica Alincastro, quien además se encargó de la animación frame por frame y el montaje. «Entonces – sigue – aparecieron los portales que lo trasladan por su propia casa. Después Javi me contó el rol de un pájaro en la novela y me pareció un personaje muy fuerte. Tomamos la animación de una espora que había hecho Nico y le incorporamos el pájaro, como protagonista, y los portales»
Según el artista que firma como Alincaster, originalmente pensaron en la técnica de rotoscopía (el movimiento se consigue calcando los fotogramas) pero luego de algunas pruebas decidieron trabajar fotograma por fotograma y negro sobre blanco «con una animación bien orgánica, objetos que se van transformando, paisajes y el merodeo como un estado psicodélico de tránsito por el mundo».
Respecto de la parte técnica, «trabajé la animación cuadro por cuadro, desarrollado a modo de clips y despùés el montaje y post producción agregando efectos, y cortes. Hay como muchas versiones de la animación que no están en el video».
Ficha técnica
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- Concepto y dibujos: Nicolás Monsú y Lautaro Alincastro
- Animación y montaje: Lautaro Alincastro
- Voz y guitarras: Javier Pittorino
- Bajo: Juan Pablo Wermuth
- Batería: Pablo Bione
- Trompeta: Franco Dini
- Grabación, mezcla y producción artística: Manuel Ogando
- Mastering: Ruben Ordoñez
- Autoría, composición, Producción musical, fonográfica y videográfica: Javier Pittorino
- Diseño editorial de portada original (single): Charlie Peris Alemany
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