
El nombre de Uber está siempre relacionado con la polémica. A los taxistas y remiseros se les eriza la piel cuando este nombre sale en las noticias por el miedo a que le saquen el monopolio del servicio. Pero el plan de la empresa va más allá de lo que apsa en nuestras calles y piensan en un servicio donde pueden ser pioneros y no tendran la competencia y oposición de los texistas.
La empresa que proporciona a sus clientes una red de transporte privado, ha dado un nuevo paso en su plan para convertir en una realidad los “taxis voladores” sin piloto. Y dicho paso, no es nada más ni nada menos que, la firma de un convenio con la mismísima NASA para desarrollar el software que los gestione.
Jeff Holden, jefe de producto de la empresa, anunció el contrato del nuevo servicio en la conferencia Web Summit celebrada en Lisboa, Portugal. Además la empresa dio a conocer su intención de empezar a probar los taxis voladores Uber –de cuatro pasajeros y con una velocidad de 320 kilómetros por hora– en la ciudad de Los Ángeles en 2020, su segundo mercado de prueba en EEUU después de Dallas.
Uber afirma que su servicio de taxis voladores será exclusivamente eléctrico y que un trayecto de unos 80 minutos en coche en horario pico se podría reducir a tan solo cuatro minutos. Uber pretende tener una especie de su servicio aéreo operativo para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 2028, pero los expertos ven con escepticismo que los taxis voladores sin piloto se conviertan en una realidad.
“Hacer esto de forma segura y eficiente requerirá un cambio fundacional en las tecnologías aeroespaciales. Combinar la experiencia en ingeniería de software de Uber con las décadas de experiencia de la NASA en el espacio aéreo para abordar este reto es un gran paso adelante”, ha explicado Holden.
Uber ha indicado que no planea hacer los drones, sino asociarse con cinco fabricantes que están trabajando en nuevos tipos de naves de despegue y aterrizaje vertical. Este año, Uber ha contratado a dos veteranos de la NASA, Mark Moore y Tom Prevot, para dirigir su equipo de diseño del vehículo aéreo y su programa de software para la gestión del tráfico aéreo.
Uber también ha firmado un acuerdo con Sanstone Properties, que tiene 20 puntos en Los Ángeles, para los planes de construcción de puntos de despegue y aterrizaje de sus taxis voladores.
Fuente: https://www.theguardian.com