Rock de la mujer perdida

Rock de la mujer perdida

En realidad no están perdidas, sólo no las programan en los festivales. Uno de los principales problemas que tiene el gestor cultural, ya sea de índole privada o pública, es no poder interpretar los tiempos en los que está inserto. Los públicos porque deben entender las demandas de la ciudadanía para las cuales trabaja y los privados, porque en esas demandas también hay oportunidades de negocio. No hace falta siquiera compartir esa demanda, pero sí saber que existe. En los tiempos que corren no entender los avances, o al menos no poder plasmar en producciones culturales las discusiones instaladas sobre el feminismo y el rol de la mujer en todos lo ámbitos de la sociedad, habla de una chatura y ceguera intelectual aguda.

José Palazzo dice que no hay en el país la cantidad de mujeres suficientes para cubrir el cupo femenino en los escenarios de su festival -el más importante del país-, Cosquín Rock. Ya dedicamos unas lineas en esta misma web al asunto (ver: Las mujeres y los festivales de rock, la negación increíble), pero ahora salieron a hablar algunas protagonistas.

Las voces de Brenda Martín y Lula Bertoldi de Eruca Sativa, Patricia Sosa y Andrea Álvarez comenzaron a viralizarse por las redes sociales.

https://www.facebook.com/lulabertoldi/photos/a.1201797846523355/1542479865788483/?type=3&theater
Celsa Mel Gowland

En declaraciones a Radio Nacional Córdoba, Celsa Mel Gowland (cantante, ex vicepresidenta de Inamu e impulsora del proyecto de Ley de Cupo Femenino de Acceso de Artistas Mujeres a los Escenarios), explica que: “es una pena que José Palazzo, que es uno de los productores de rock más importantes del país, utilice ese poder para hablar mal del talento de las mujeres. Las declaraciones de Palazzo son realmente desafortunadas porque decir que no puede encontrar 30% de mujeres para subir a los escenarios es admitir que no está haciendo el trabajo que tiene que hacer como productor. Evidentemente no entiende qué está pasando en el país y en el mundo en materia de producción musical«.

La cantante afirma que “la escena Argentina cambió muchísimo, lo dicen colegas como Mollo o el Indio Solari: lo más importante en materia musical del país viene del lado de las mujeres”, y agrega que “hay chicas que están llenando los espacios de mill, mil quinientas personas los fines de semana y luego, como no son convocadas a ningún festival grande, se van a vivir a México”.

Barbi recanati

Por su parte la cantante, compositora y difusora, Barbi Recanati, explica: “el problema de lo que dice Palazzo no es su opinión sino el contexto de su opinión. El 2018 fue el año de mayor movimiento de mujeres en la música, sobretodo en el rock y en el indie, y cualquier persona que esté interiorizada en la escena actual sabe que hay mucho movimiento del lado de las mujeres y la disidencia. Nunca había pasado antes algo así y el Cosquín Rock fue el festival con menor cupo femenino en el país. Fue muy llamativo y fue menos de lo usual en el mismo Cosquín Rock, donde en el escenario principal siempre hubo más mujeres que este año”.

Recanati, impulsora del sello Goza, señala que «las palabras que dijo sobre el talento y las mujeres que había que convocar, fue como leer una entrevista hecha en 2002. No se comprende que haya dicho esas palabras y que haya hecho esa grilla en febrero de 2019″.

Lo más insólito es que si el cupo hubiera sido de un 15% en vez del 30% que propone el proyecto de ley, igualmente el festival estaba por debajo de esa cifra.

La paradoja Palazzo: más aclara, más oscurece
José Palazzo usó su twitter para explicar sus dichos que según él fueron mal entendidos. Pero no hizo otra cosa que confirmarlos:

Parece mentira que en el momento sociocultural que vivimos, y con el nivel de discusión cotidiana en el ámbito artístico -y puntualmente en el musical- se le siga exigiendo a las mujeres que demuestren su talento para estar, mientras que a las bandas integradas por hombres no. Y ahí no hay sólo presiones de disqueras. En el Cosquín Rock están los grandes cortadores de tickets del país. Recanati dice: “Siempre te ponen de ejemplo a los 5 más taquilleros o con más trayectoria del país y es muy injusto, muy pesado. Nadie quiere competir contra Fito Páez, no se pone eso en duda, no se pide que se saque a Ciro y Los Persas para que haya mujeres”. De las más de 100 bandas que forman parte de la grilla no todas cortan tickets y no todas llegan por presión de sellos.

Hay que preguntarse quién y cómo se mide el talento. Hay que decirlo: no todas las bandas son increíbles en estos festivales. Lo que estaría bueno que suceda -tanto para Cosquín Rock como para todos los festivales-, es que se blanqueen los motivos por los cuales se programan las bandas. Porque parece de perezoso no encontrar 30 bandas que contengan mujeres en su formación, cuando se rellena con lo que se rellena.

Por estas horas circula un mensaje de Marilina Bertoldi -la primera mujer en 30 años en ser considerada para mejor disco por el suple No de Página/12-, en el cual insta a las mujeres de armar otra movida y no ir más a festivales como Cosquín Rock. El proyecto de Ley presentado en septiembre de 2018 hoy duerme el sueño de los justos. Quizás gracias al exabrupto de Palazzo fuerce su tratamiento en el corto plazo.

Habrá que esperar pero agitar, porque las chicas hoy no sólo quieren rock&roll, como cantaba Patricia Sosa, sino que además quieren tocarlo y cambiar el mundo por un lugar mejor y más justo.